viernes, 27 de junio de 2014

Carta para mi Rebeca.



Algún día mi ansiada y primogénita hija leerá estas líneas que su inexperta madre escribe.
Dentro de mi nace cada día que pasa un inconfundible y profundo amor hacia alguien desconocido para mis ojos, pero con la magnitud de un gran amor que esperé toda la vida y me llegó sin pensarlo.

Fuiste tú, pequeña que arrebató la soledad de mi vientre, el amor mas fuerte que he podido sentir por alguien, no dejo de pensar en el día que te tenga en mis brazos, llenándote de mis inacabables besos y apapachos.

No fue fácil digerir la noticia que en 9 meses llegarías, tu mamita tenía mucho miedo de como sería esa Marifé que ya no sería solamente la señora de alguien sino, que se convertiría en madre, en madre de una hermosa niña que tendría pronto en mis brazos.

Me llenaste de ilusiones también, trataba de imaginar como serías. A veces pensaba en que serías muy renegona, otros días en que serías muy tranquila, calmada. Te imaginaba en tu primeros pasos, en como sería tu voz, como sería tu sonrisa, como me dirías mamá por primera vez.
Imagino el día en que me digas que te has enamorado, el día en que te vea por primera vez llorar porque alguien te rompió el corazón y siempre me veo ahí a tu lado.
Imagino llevándote al parque, a la playa, al centro de Lima que tanto gusta tu padre, imagino a tu papito llevándote en sus hombros y en los buenos consejos que él te dará, él es muy bueno, sabio y prudente Rebequita, es el hombre que me robó el corazón cuando era una mocosa de 16 años, mi primer y único amor, ayy! Anhelo tanto que llegue ese día en que te cuente mi love story! en que te enseñe a orar, a creer en Dios, anhelo ese día en que la vida te vaya enseñando a ser fuerte y estemos tu papi y yo para decirte: Rebeca, levántate! tú eres fuerte, que nadie diga lo contrario.

Mi pequeña gran alegría, con tan solo 32 semanas de vida que tienes, cambiaste mi vida, ya no soy la misma, me siento la mujer más dichosa y fuerte del mundo, me enfrentaría a todo y todos con tal de verte siempre feliz.

Que Dios, y solo él me enseñe a ser madre, una sabia madre. No una madre engreidora ni sobreprotectora, sino, una madre que enseñe a volar a su hija, pero a volar con las alas bien formadas.

Te amo pequeña alegría, esta es mi primera cartita de amor para ti.

Con inmenso amor,
Tu mamita.
 

miércoles, 5 de enero de 2011

A cocachos aprendí...

Dicta el poema de Nicomedes Santa Cruz, es cierto, muchas de las cosas que ahora sabemos nos han costado a cocachos. Recuerdo una vez que mi madre me matriculó en una escuela de natación a dos cuadras de mi casa, tenía mas o menos 12 años y la vanidad adolescente comenzaba a dar sus primeros síntomas.
Nunca he sido una flaca esquelética, aún cuando de niña siempre he tenido mis curvas, unas mas que otras.
"A ver niña por favor salte a la piscina de una vez que no tengo todo el día, no me pagan extra por enseñarle a usted" decía mi profe de natación ese chato con abdominales de Stallone pero con cara de Edwin Sierra, osea, no pasaba nada y para colmo tenía un pésimo carácter, no entiendí nunca como pudo ser profesor.

Señorita María Fernanda, va a saltar o no? ya había pasado 5 minutos y no me atrevía a dar el bendito salto a la piscina. "No lo  haré, solo si usted se mete y me sostiene", en otras palabras era una maricona que no se atrevía. Todo el salón me quedó mirando atónito.



Bastó solo un segundo para que un mocoso de 8 años dijera "métete de una vez" y me tirara a las piscina sin mas ni menos compasión por mí. En eso comencé a ver celeste, estaba en el fono de la piscina y desesperada por salir, comencé a dar mis primeros manotazos y al fin pude salir. Mis bándalos compañeros comenzaron a soltar las risas y no pude resistir, comencé a llorar. Sentía una mezcla de impotencia, vergüenza y humillación.

                                                   
No quería regresar pero mi linda madre me obligó a hacerlo, así que a lá semana siguiente hice mi aparición, dispuesta a reinvindicarme.

No lo pensé dos veces cuando mi Edwin Stallone teacher me pidió que saltare a la piscina y lo hice, me sentí como un delfín saltando en la eternidad del mar cuando salí airosamente todo los malandros comenzaron a aplaudirme y mi sonrisa cantaba victoria por haberme atrevido (o mejor dicho, por haberme obligado a hacerlo). Lista y todo al fin pude salir con la cabeza en alto, ya no había ningún Stallone que me intimidara ni ninguna Marifé que lo evitara.

viernes, 20 de agosto de 2010

Verde nilo

Otuzco- Trujillo, invierno de 1915. En una casita de construcción noble nació la niña mas hermosa y dulce que en la historia he podido escuchar, mi abuela.
Cuarta hija de doña Zoila Franco Cuba, su padre, apenas me lo mencionaba, creo que se llamaba Felix Hernández, abandonó a su esposa con 8  hijos para nunca más regresar.

Así de duro comenzó a tratar la vida a doña Emma, recuerdo que le encantaba contarme sus historias, como conoció a mi abuelo Roberto 10 años mayor que ella, como lo amó hasta el último día de su vida (señores, eso si es amor real) siempre quise vivir ese tipo de amores, el cual la barrera de la muerte no pueda separarlos, físicamente sí, pero no en el corazón.

Mi abuela enviudó cuando tenía apenas 1 año y unos cuantos meses de nacida, mi abuelito Roberto Alvarez Marquina (no se porque, pero la familia Alvarez siempre ha tenido los nombres de novela mexicana) lo recuerdo vanamente, solo viene a mi mente una escena en mi mueble de mi casa sentada yo en las piernas de él acompañándome al baño, no me gustaba ir solita.
Ya en mi niñez escuchaba por ahí unos sollozos de mi nonita, extrañando a su amado, me partía el corazón ver a mi abuela llorar por un amor ido. Siempre admiraré la fidelidad de mi abuela, era la mujer mas fiel que he visto en mi vida.

Sus tangos, Carlos Gardel su cantante preferido, le encantaba escucharlo mientras cocinaba algún plato especial para sus engreídas nietas (Marife y Marilia) esa mi abuela caracho, nunca he probado plato mas delicioso como el que hacía ella, nunca ví unas manos preparándolas con tanto tezón y amor. Mi abuela no recibió ningún premio ni nada, son esas personas anónimas que dan su vida, amor y tiempo a sus semejantes.

Ella, despertaba todos los días a las 5 am a preparar el desayuno, mientras escuchaba "Radio Cora" y escuchaba sus canciones preferidas de sus aquellos años mozos, puedo decir que me se casi todas, de niña no me gustaba, ahora se ha vuelto en mi set list de las más pedidas.

En los veranos de aquellos años noventa, se paraba siempre en el umbral de la puerta de 3 a 7 pm mientras nos observaba jugar en las calles de Antares, paseando con nuestras bicicletas, patinando o jugando con nuestros vecinos; cuando se cansaba traía su sillita de madera con un colchoncito en el espaldar para poder sentarse y vernos.

Recuerdo una vez, tendría aproximadamente 8 años de edad, paseaba con mi bicicleta montañera por la cuadra de mi casa, siempre los chicos se ponían a jugar fulbito y yo pasaba de costadito para que no cayera ninguna pelota en mi, y para colmo de males ese día mi abuela no estaba vigilándome (ella era mi estrellita de la suerte, cuando ella estaba mirándome nunca me pasaba nada) cuando estoy a mitad de camino siento un "Pom" y un dolor tan fuerte en mi frente; me habían tirado una pelotazo, no dije nada y me fui llorando hasta mi casa, cuando vi a mi abuela la abracé y le dije: "¿Por qué no estuviste conmigo?, me duele mucho la frente, me han pegado con una pelota." mi abuela salió en un dos por tres a armar el lío a aquellos púberes y defendiéndome a capa y espada, trayendo a uno de ellos de las orejas hasta donde yo me encontraba y exigiéndoles una disculpas. Esa era mi abuela caracho!; fuerte, valiente, guerrera y con carácter, una mujer con los pantalones bien puestos.

Y contar sobre su color favorito "verde nilo" siempre nos cosía ropita con esos colores, siempre! es por eso que hoy en día un color que no falta en mi armario es un verde nilo.

Ay abuela querida, abuela de mi alma de mi vida, de mi niñez, adolescencia, juventud, mi abuela de siempre. No preguntaré por que te fuiste, porque se que no encontraré respuesta. Solo diré que no te has ido, porque te siento todos los días dentro de mi corazón, como la sangre que recorre mis venas y bombea mi corazón. Fuiste la mujer que me enseñó a amar a Dios por sobre toda las cosas, la mujer que me enseñó a orar, la mujer que me enseñó a decir "gracias" y "por favor" la mujer que me levantaba siempre los ánimos, la mujer que siempre amó a su esposo, la mujer que adoraba a su madre, la mujer que se desvivía por sus nietos, la mujer que siempre se sacrificó por dar lo mejor a los que amaba, la que siempre me regalaba una dulce sonrisa, la mártir, la mujer de la "eterna juventud" la que le encantaba cantar mientras cocinaba, la mujer que perdonó y supo como sanar sus heridas, la que se cayó y se levantó. Esa fue mi nona.

A dos meses de tu partida, aún me cuesta creer que no estás más aquí conmigo. Se que me perdonaste, y eso sacó un gran peso de mi alma, gracias viejita linda por haber sido la mujer mas buena del mundo, por darme tanto amor y entrega. Siempre hablaré a mi generación de ti, y daré a mis hijos las mismas enseñanzas que me diste tu. Gracias mi nonita. Siempre estarás viva en mi corazón.

Ya pronto nos veremos, como ángeles en el cielo.

Te adoro.

Tu nieta,

Marife



lunes, 16 de agosto de 2010

Mi primer beso! sin amor.

Marifé ;15 años, 8 kilos menos, cabello negro corto hasta los cachetes, lentes de  la abuelita Clotilde, chalina tejida a mano, uñas cortas, con aretes de plata (los de imitación me sacaba sarpullido). Así me describiría yo, en aquellos años mozos.

Ese mismo año (2001) no tuve vacaciones, no fui a la playa, ni a casa de mi tía en chorrillos (era menos antipática e insoportable de lo que es ahora) recibí un castigo, el motivo, repetí mi amada materia: matemática.

Un 10!! Marife, un 10 en promedio final en matemática! pero, por qué? no te bastó el profesor particular, ni las clases por las tardes? Ni modo niña, tendrás que quedarte sin vacaciones y bien merecido lo tienes.

No lloré, solo me sentía triste, me quedaba sin mis ansiadas vacaciones de verano, hasta mi querida hermana había aprobado esa materia. Adiós playa, adiós salidas a los juegos, adiós levantarme todos los días a las 11 am, adiós.

Primer día de clases, lunes 8 am (mi martirio mas hiriente, levantarme temprano en vacaciones) Entré al salón, mi profesor se presentó, era una especie de Tongo con más cachetes, mi profe Zambrano, que de Zambrano no tenía nada, su nombre nunca me lo aprendí.

A mi lado derecho, yacía "A" que ni bien entré al aula su mirada no se desvíaba de mi o de mis entonces cachetes de marrana gorda. Qué mirará este chico tanto en mi? No me he lavado la cara?ay no.. estoy despeinada seguro, este gel no sirve de nada. Al finalizar la clase se me acercó y me regaló un  chocolate sapito, esos de antaño que sacaba la Winter. Gracias, le dije. Me puse roja, ya sabía mi nombre.

Las siguientes 7 semanas solo hablamos poco, solo para consultar dudas de la clase y contar uno que otra experiencia de fin de semana, la mía era estar en casa y hacer la limpieza, madre explotadora! mientras que la de él era estar en fiestas y en salidas.

No nos volvimos a ver hasta el primer día de clases de 4to se secundaria, no hablamos los primeros meses, hasta que el último día de clases del primer bimestre, recibí una nota escrita en papel lustre rojo en forma de corazón, decía algo así como. "Eres la niña con la sonrisa más linda que he conocido. Anónimo". Quedé sorprendida, confieso que no era una chica popular en el colegio, y galanes así no tenía. Me picaba la curiosidad por saber que autor de esa linda nota había detenido sus actividades escolares por enviarme tan lindo mensaje.

No lo supe a las 2 semanas siguientes cuando una amiga muy cercana a mi, Samanta, se acercó y me dijo. A quiere contigo. Ah? AD? Si, el mismo, ok pero él no estaba con "L" (una chica del salón B, yo estaba en el C) No, ya no, terminó con ella hace dos semanas, respondió. No gracias, pero no estoy interesada. Ayy, acaso no te parece lindo, sus ojos, su porte? Era un chato son sobrepeso, algo agraciado, pero flojo, sin buenas calificaciones.

No se en que momento de ese año, comencé a interesarme por él, seguramente (ahora pensandolo bien) pudo ser su insistencia y sus poemas escritos en corazones con papel lustre.
Marifé, nos reuniremos en mi casa a las 4pm para avanzar la tarea de Historia, lleva tus láminas de las "Revolución Rusa" ahh, por si acaso irá "A" también. Ay no.

Revolución fue lo que sucedió ese día, no avanzamos nada de tarea, estuvimos hablando sobre la banda "The ramones" y el fanatismo de "A" o por ese grupo. Al cabo de 20 minutos, todos se fueron y me dejaron con sola con "A" el poeta, me puse nerviosa, pero pude controlarlo, mientras hablaba yo sobre una banda que me gustaba en ese entonces "Korn" (reconozco que fue mi grupo metal preferido de ese entonces), la conversación se puso tan interesante que al continuar hablando, justo entre las letras K y R "A" el poeta me dejó sin respirar, me había besado. Yo, estaba confundida.

viernes, 6 de agosto de 2010

Esperando el primer beso.

Confieso que soy una persona muy amorosa, empalagosa a veces, gracias a Dios me he dado cuenta, y ya no lo soy tanto, en ese entonces tenía 14 años de vida, y las crisis existenciales comenzaban a florecer.
Recuerdo perfectamente que me gustaba un chico llamado A L (siempre tuve una buena memoria) él era chato, cabello castaño y ojos verdes, parecía un enclenque pero aún así me gustaba.
Era setiembre de 1998 aún niña yo, esperaba que me diera mi primer beso! El me había escrito en clase de matemática una nota diciéndome "Anda la fiesta del sábado que te daré un beso" mis ojitos ingenuos se llenaron de una fresca ilusión y ansiosa esperé dicho sábado.
Llegué con una amiga (que buena amiga soy que ni recuerdo su nombre) en fin, bailamos por un par de horas hasta que llegó mi chato enclenque Al, y mis manos comenzaron a sudar, y mis rodillas a temblar. Estaba ilusionada. A los 20 minutos comenzamos a bailar una canción de "Don Chezina" -el cual ahora me avergüenzo de ese gusto- Bailamos y el patín que no hablaba nada, yo haciéndole la conversación, recuerdo que le pregunté que le parecía el clima de hoy, a que hora había desayunado, lo primero que se me venía a la mente, él todo frío me decía "Ah bien, con calor" era primavera. Pasaron dos horas y veía como sacaba a bailar a otras chicas de mi salón, me ponía triste pues solo me había sacado a bailar una sola vez y de ahí chau que bien bailé contigo, ja.
Al terminar la fiesta, mis ilusiones de mi primer beso, simplemente se esfumaron.

Afuera del salón mi mamá me esperaba con mi casaca, aún con el calor de 25 grados, siempre quería abrigarme. Lloré amargamente en el camino, y mamá escuchaba atentamente, solo me escuchó esa noche.
Al estar en mi cama se sentó en los pies y me dijo:  "Nunca corras por amor, siempre hay que ir lento así se disfrutará mejor" Eres muy joven y así como vino se irá.